Maestros Andaluces en Nueva Espana

Maestros Andaluces en Nueva Espana

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Sobre

Adriana Fernández, soprano
Furio Zanazi, barítono
Cappella Mediterranea
Leonardo García Alarcón, clave, órgano y dirección
Maestros andaluces en Nueva España:

Obras de:
-Antonio de Salazar
-Matías Ruiz
-Miguel de Riva
-Diego José Salazar
-Francisco Sanz
-Antonio Rodríguez de la Vega Torizes
-Sebastián Durón
-Felipe Madre de Deus
RESEÑA (LA QUINTA DE MAHLER)

Es asombroso el número de grabaciones que recuperan, poco a poco, el oculto barroco español. Un barroco pleno que, además de florecer en las catedrales de la Península Ibérica, se extiende a las tierras americanas. Éstas, desde el Descubrimiento, pasaron a formar parte de la Corona Española y era lógico que las ciudades peninsulares donde la Iglesia poseía mayor riqueza, proporcionaran música y músicos a las ya consolidadas catedrales del Nuevo Mundo.

Andalucía, con sus magnas catedrales y colegiatas en Granada, Córdoba, Málaga, Osuna, etc, pero principalmente en Sevilla, puerta abierta al continente americano, concentró buena parte de la actividad artística española durante los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
La grabación que comentamos es demostrativa de ello y también de ese transvase de compositores, cantores y ministriles desde España y Portugal (en este caso desde Andalucía) a las Tierras de América, aquí en concreto a las de Nueva España, es decir, a lo que hoy llamamos México.
En la catedral de Puebla de los Ángeles, su histórica catedral es la única que compite desde mediados del siglo XVI, con la de la ciudad de México. Pero en Puebla se halla, además del rico archivo de música catedralicio, el del convento de la Santísima Trinidad, con más de cuatro centenares de composiciones de importantes maestros, buena parte de ellos ibéricos, aunque ya comenzaban a florecer los músicos autóctonos.
Para nuestro disco compacto, grabado en la Iglesia parroquial de Hernance (Suiza), se han seleccionado piezas que, en ese convento angelopolitano, tienen especial relación con músicos andaluces o conectados con catedrales de Andalucía en algún momento de su carrera. Así el sevillano Diego Torres de Salazar, autor de un Requiem a la muerte de Maria Luisa de Orleans, esposa de Carlos II de España, y de quien se incluyen tres hermosos villancicos, en especial el muy dulce y elevado Afuera pompas humanas que abre el disco. También ser recoge un villancico del que fuera maestro de capilla y organista de la catedral de Puebla, Antonio de Salazar, que también lo fue de la de México, y cuyo discípulo Manuel de Sumaya es uno de los grandes del barroco americano. Sumaya compuso la ópera La parténope (1711), a petición del Virrey don Fernando de Alencastre Noroña y Silva; la música aún no ha sido localizada.
En el disco aparecen junto a villancicos a dúo, donde se lucen las voces de Adriana Fernández (soprano) y Furio Zanazi (barítono), otros, ofrecidos en versión exclusivamente instrumental. Realmente preciosa la obra y la versión de Al dormir el sol, un villancico navideño de Sebastián Durón que explica bien la fama del, para quien esto escribe, mejor músico del siglo XVII español. Muy bello el raro villancico amoroso profano del Abate de Rusi, personaje del que todo se ignora. Trataremos de averiguar algo de quien fue capaz de componer tan suave y doliente música. Interesante también el villancico a San Joaquín, de un maestro de capilla de Málaga, Francisco Sanz, o el de Antonio Rodríguez de la Vega y Toricesm, maestro de capilla de la colegiata de San Salvador en Sevilla, en la que había sido organista Correa de Arauxo, también aquí representado con una versión instrumental de uno de sus profundos tientos. El villancico de Rodríguez de la Vega, destinado a dos tiples, en un estribillo vocalmente virtuoso, no pierde al ser cantado por un barítono tan en estilo, como lo es Furio Zanazi.
El disco finaliza con un excelente villancico de otro grande del primer barroco: el madrileño Juan Hidalgo de Polanco (1614-1685), inmortal autor de Celos aun del ayre matan.
Sin duda Capella Mediterránea y su director Leonardo García Alarcón están llamados al éxito con tan buenos músicos si continúan en la misma línea de sobriedad, elegancia y buen gusto. En eso tiene su parte importante el asesoramiento de Aurelio Tello, autor de las solventes notas informativas de una grabación altamente recomendable.

Andrés Ruiz Tarazona